En los últimos años, la mejora en la oferta gastronómica se convirtió en una estrategia vital para los hoteles, tanto de grandes cadenas como independientes. La inversión en gastronomía abarca desde desayunos hasta servicios de habitaciones y restaurantes, apuntando a huéspedes y público local. Los hoteles no solo buscan incrementar la rentabilidad a través de su departamento de Alimentos y Bebidas (AA&BB), sino también fidelizar a sus huéspedes y conectar con la comunidad local. Este espacio permite además implementar estrategias de sustentabilidad y economía circular. Para muchos empresarios, la oferta gastronómica es tan crucial como la calidad de las instalaciones o la atención al cliente.
Mejoras en la gastronomía para una mayor rentabilidad
Los hoteles invierten en productos de alta calidad y estándares mejorados de buffets, incorporando cocinas abiertas y experiencias de showcooking. Gabriel García, responsable del área de Gastronomía de Hipotels, destacó la importancia de trabajar con materias primas de calidad y ofrecer una variedad amplia para satisfacer a los clientes. «Apostamos por cocciones en el momento para que el cliente viva una experiencia personalizada a la hora de elegir cómo desea su plato», afirmó García.
Restaurantes temáticos y beach clubs en hoteles
Muchos hoteles diversifican su oferta gastronómica con buffets variados que incluyen carne, pescado, pasta, arroces, platos regionales y opciones vegetarianas, sin gluten y sin lactosa. Los postres también son un elemento clave. Los restaurantes temáticos a la carta permiten una elaboración más gourmet, con identidades marcadas como la gastronomía regional o especialidades en carnes y pescados, acompañados de vinos y tragos de autor. Los Beach Clubs, por su parte, ofrecen ambientes acogedores y relajados con platos frescos y sencillos.