El turismo nocturno se posiciona como una de las tendencias más destacadas en el sector turístico en los últimos meses. Esta modalidad, que permite a los viajeros explorar destinos bajo el manto de la noche, ha captado la atención de medios internacionales como la BBC, que resalta su creciente popularidad, especialmente en Latinoamérica. La magia de recorrer un sendero iluminado apenas por una linterna o contemplar cielos estrellados en lugares remotos está ganando adeptos en todo el mundo.
El atractivo de las noches estrelladas
Según un informe de Booking.com, el turismo nocturno está influenciando las reservas para 2025, gracias al interés que despiertan las experiencias bajo cielos estrellados. La escritora Stephanie Vermillon, en su libro «100 Nights Of A Lifetime: The World’s Ultimate Adventures After Dark», afirma que explorar un destino de noche ofrece una perspectiva única y fascinante. Su pasión por este tipo de experiencias surgió tras una visita al desierto del Sahara, donde quedó maravillada por la vista de la Vía Láctea.
Destinos globales para el turismo nocturno
El turismo nocturno no se limita a la observación de estrellas. En Islandia, los visitantes pueden disfrutar de las auroras boreales mientras se relajan en aguas termales, una experiencia que Vermillon describe como ver a la naturaleza bailar. En Escocia, el festival Up Helly Aa en las islas Shetland ofrece un espectáculo de fuego con antorchas y la quema de una réplica de barco vikingo, evocando el legado nórdico de la región.
Latinoamérica: un destino prometedor
Aunque el informe de Booking.com no menciona directamente a Latinoamérica, la región ofrece escenarios perfectos para el turismo nocturno. El desierto de Atacama en Chile es un referente mundial en astroturismo, con cielos despejados ideales para la astrofotografía y la arqueoastronomía. Este lugar ofrece a los viajeros la sensación de flotar entre las estrellas, según Vermillon. El turismo nocturno está demostrando que las experiencias más memorables pueden ocurrir después de la puesta de sol. Desde observar la Vía Láctea hasta participar en festivales culturales o explorar la vida silvestre nocturna, cada vez más personas buscan conexiones profundas con la naturaleza y el cosmos.