El turismo hacia Estados Unidos enfrenta un panorama complicado para 2025, con una notable disminución del 25% en las reservas internacionales como resultado de las políticas arancelarias y migratorias implementadas durante la administración de Donald Trump. China y Europa, que son dos de los principales emisores de turistas al país norteamericano, han comenzado a redirigir sus flujos hacia otros destinos, con Canadá emergiendo como una opción preferida.
Europa y China buscan nuevos destinos turísticos
La U.S. Travel Association ha reportado una caída significativa en las reservas de turistas provenientes de países europeos clave como Alemania, Francia, Reino Unido y España. Aunque las empresas turísticas europeas aún no sienten el impacto, el interés por Estados Unidos declina en estos mercados. Mientras tanto, Canadá ha ganado atractivo debido a su estabilidad política y a la percepción de un entorno más seguro y predecible. Las búsquedas de viajes hacia Canadá han aumentado un 70%, y plataformas como Expedia y TUI reportan un incremento del 80% en las consultas, impulsando a Air Canada a expandir su oferta de vuelos.
China limita drásticamente el turismo a Estados Unidos
En el caso de China, el flujo de turistas hacia Estados Unidos disminuyó notablemente. Las advertencias del gobierno chino sobre posibles riesgos de discriminación y tensiones geopolíticas han influido en una caída del 11% en las visitas en marzo respecto al año anterior. Esta situación ha afectado la conectividad aérea y ha reducido el consumo turístico de los visitantes chinos en Estados Unidos.
Impacto económico de la disminución turística
La reducción del turismo internacional podría tener consecuencias económicas significativas para Estados Unidos. Según Tourism Economics, el gasto internacional podría disminuir un 10,9% en 2025, lo que representaría una pérdida de hasta 18.000 millones de dólares en ingresos directos. Sectores como la hotelería, el transporte aéreo y la restauración ya están sintiendo el impacto de la disminución de visitantes extranjeros. En términos generales, la afectación al PIB turístico podría alcanzar los 64.000 millones de dólares.