Argentina atraviesa una complicada coyuntura económica que ha impactado significativamente al turismo receptivo, registrando en septiembre una caída del 15,9% en la llegada de turistas extranjeros en comparación con el mismo mes del año anterior. Según el informe de Estadísticas de Turismo Internacional (ETI) del Indec, ingresaron al país 461,9 mil turistas internacionales, frente a los 549 mil de septiembre de 2023. Esta tendencia negativa lleva seis meses consecutivos y preocupa a la industria turística.
Impacto económico y procedencia de los turistas
Las continuas dificultades económicas, incluida la inflación, están afectando tanto a los viajeros como a los operadores turísticos. El número total de visitantes internacionales, que incluye turistas y excursionistas de un solo día, fue de 836,9 mil personas en septiembre. De estos, 375 mil fueron excursionistas, lo que sugiere una disminución en las estancias prolongadas. Comparado con el año pasado, la baja en el turismo receptivo se situó en un 14%. En cuanto a la procedencia de los turistas, la mayoría proviene de países vecinos. Brasil lidera con 115 mil visitantes, seguido por Uruguay con 111,6 mil, y Chile con 73,2 mil. Esta dependencia del mercado regional es notable, pero también vulnerable a las fluctuaciones económicas de los países cercanos. Los mercados más lejanos, como Europa y América del Norte, mostraron cifras modestas, con apenas 34,9 mil y 20 mil visitantes respectivamente.
Desafíos y estrategias para el sector turístico
El sector turístico en Argentina enfrenta un desafío considerable ante esta caída en la llegada de visitantes internacionales. En 2023, el país había alcanzado los 9,7 millones de visitantes entre enero y septiembre, pero en 2024 la cifra descendió a 8,3 millones. Este declive representa un golpe para las economías locales dependientes del turismo. A medida que se acerca el próximo año, la industria debe enfocarse en consolidar el turismo regional y buscar nuevos mercados. Es crucial abordar los desafíos económicos y cambiarios que desalientan a los visitantes. La reactivación del turismo receptivo será esencial para revitalizar las economías locales y asegurar el crecimiento del sector.