Los gremios aeronáuticos, liderados por la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y otros sindicatos del sector, han convocado a un paro de 24 horas que comenzará el viernes 13 de septiembre al mediodía. La medida afecta a todos los vuelos de Aerolíneas Argentinas, generando cancelaciones y demoras en Aeroparque y Ezeiza.
Rechazo a la posible privatización y conflictos salariales
La protesta se centra en varios puntos críticos. Primero, el rechazo a la posible privatización de Aerolíneas Argentinas. Segundo, la expulsión del dirigente Pablo Biró del directorio de la empresa estatal. Tercero, la falta de acuerdo en las negociaciones salariales con el Gobierno. Los sindicatos denuncian que los trabajadores están perdiendo poder adquisitivo, con una diferencia del 72% entre sus salarios y la inflación. Además, acusan al Gobierno de no mostrar voluntad para resolver el conflicto. La decisión gubernamental de declarar la actividad aeronáutica como «esencial» también ha generado controversia, ya que limitaría el derecho a huelga.
Acciones legales y futuras medidas de fuerza
El Gobierno, a través del secretario de Transporte, Franco Mogetta, ha anunciado que tomarán acciones legales para expulsar a Biró del directorio de Aerolíneas Argentinas. Además, presentarán una demanda por «daños y perjuicios» debido a las pérdidas económicas generadas por las medidas de fuerza. El Gobierno defiende la «esencialidad» del sector aerocomercial como una forma de garantizar servicios mínimos durante las huelgas. Sin embargo, los gremios no descartan más medidas de fuerza si no se llega a un acuerdo pronto. La tensión entre ambas partes podría escalar aún más, afectando tanto la operación de la aerolínea como la estabilidad laboral de los trabajadores.