La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) anticipa un 2025 prometedor para las aerolíneas, con un beneficio neto proyectado de 36.600 millones de dólares. Se espera que el número de pasajeros supere los 5.200 millones, alcanzando cifras históricas. Este optimismo se debe a la recuperación de la demanda post-pandemia, mejoras en eficiencia operativa y una reducción en el costo del combustible.
Factores que impulsan el crecimiento y desafíos futuros
Willie Walsh, director general de IATA, destacó que las aerolíneas están optimizando factores de ocupación y controlando costos, además de avanzar en inversiones hacia la descarbonización, lo que fortalece su competitividad. Sin embargo, advirtió sobre posibles obstáculos, como la disrupción en la cadena de suministro y el aumento de impuestos que podrían afectar los márgenes de beneficio. La competencia en tarifas es otro desafío, ya que obliga a las aerolíneas a ajustar precios para mantenerse atractivas ante una demanda cambiante. Aunque esto podría beneficiar a los viajeros, supone un reto para la sostenibilidad financiera de las compañías.
Impacto global y crecimiento en regiones clave
La IATA también señaló que el crecimiento de la clase media en economías emergentes, especialmente en Asia-Pacífico y Latinoamérica, será vital para el sector. Además, el envejecimiento de la población en países desarrollados incrementará el turismo senior, demandando servicios especializados. En 2023, la aviación generó un impacto económico de 4,1 billones de dólares y empleó a 86,5 millones de personas a nivel mundial. Su papel en el comercio internacional y el turismo subraya su importancia estratégica en la economía global.