El dispositivo Banco de Pruebas Dinamométrico, también conocido como «El Rodillo», se reactivó en la terminal de Retiro para inspeccionar el estado de los micros y ómnibus de larga distancia. Esta tecnología, puesta en funcionamiento por el gobierno de Javier Milei, busca garantizar que las unidades respeten los límites de velocidad y que se encuentren en óptimas condiciones para el transporte de pasajeros. Hasta el momento, 63 vehículos fueron sometidos a controles, de los cuales 11 no superaron la verificación.
Detalles del control y funcionamiento del Banco de Pruebas
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, explicó que los controles se realizan de manera aleatoria para detectar irregularidades en los vehículos. El Rodillo verifica diversos aspectos técnicos, incluidos el limitador de velocidad, el instrumental de cabina que registra la velocidad, y mecanismos de seguridad como el impedimento de apertura de puertas en marcha. Además, se inspecciona el estado general de la carrocería, neumáticos, documentación, y elementos de seguridad como cinturones, matafuego y salidas de emergencia.
Reparación y reinstalación del dispositivo
El gobierno destacó que al inicio de la gestión, El Rodillo estaba fuera de servicio y deteriorado. Los trabajos de reparación incluyeron la reinstalación de cilindros, reparación estructural, y pruebas de calibración y certificación. Con estos esfuerzos, el dispositivo se encuentra ahora en condiciones óptimas para su uso, reforzando así la seguridad en el transporte de pasajeros en la terminal de Retiro.
«Mientras desregulamos el transporte automotor, en la terminal de Retiro se refuerzan los controles para que viajar sea más seguro», expresó Franco Mogetta en sus redes sociales.