En un mercado turístico cada vez más competitivo y cambiante, los ejecutivos de ventas se han transformado en un recurso crítico para las empresas de viajes. Su capacidad para asesorar con profesionalismo, generar confianza y mantener relaciones sólidas con clientes y aliados es fundamental para garantizar la continuidad del negocio.

A pesar de su importancia estratégica, encontrar perfiles idóneos sigue siendo un desafío para el sector. Muchos ingresan atraídos por los viajes o la aparente flexibilidad laboral, sin conocer la alta demanda de interacción constante, responsabilidad y formación profesional que exige el rol.

“El crecimiento y la diversidad de nuestros asesores es esencial para sostener a nuestras agencias aliadas y asegurar el liderazgo en el mercado”, afirma un ejecutivo de una operadora mayorista.

La necesidad de incorporar nuevos talentos se ve impulsada también por el relevo generacional y la aparición de nuevas modalidades de trabajo, como el teletrabajo, que cobró fuerza tras la pandemia. Sin embargo, la retención de talento calificado es otro punto crítico. “Invertimos en capacitación, pero muchas veces los asesores se van buscando independencia o mejores condiciones”, reconoce la propietaria de una agencia con trayectoria.

Frente a este escenario, las jornadas de formación se convierten en una herramienta vital no solo para profesionalizar a los nuevos ingresos, sino también para alinear al equipo con los cambios del sector, que evoluciona rápidamente en productos, destinos y herramientas digitales.

El sector reclama una mayor profesionalización, incluyendo estándares mínimos de capacitación, ética y relaciones comerciales. Solo así se podrá asegurar que quienes representen a las agencias de viajes estén realmente preparados para responder a un mercado cada vez más exigente y diverso.