En una decisión celebrada ampliamente por la comunidad y autoridades locales, la Cámara de Representantes de Misiones sancionó la ley que instituye oficialmente a la Fiesta del Caburé como Fiesta Provincial, estableciendo además a Jardín América como su sede permanente. La fiesta, que se realiza tradicionalmente durante el mes de junio, ha sido reconocida por su relevancia cultural, gastronómica y por su creciente capacidad para movilizar la economía local.
El proyecto, que obtuvo dictamen favorable de la Comisión de Educación, Cultura, Innovación Tecnológica y Deporte, fue impulsado originalmente por la diputada mandato cumplido Rossana Bezus, junto con otros legisladores comprometidos con la valorización del patrimonio cultural misionero. La iniciativa busca no solo fortalecer el arraigo identitario de las comunidades locales, sino también potenciar el turismo y dinamizar las economías regionales a través de la visibilización y el respaldo institucional de fiestas populares que nacen desde el pueblo y se consolidan con los años.

Una fiesta con sabor a tradición
El intendente de Jardín América, César Araujo, se mostró visiblemente satisfecho tras la sanción de la ley, destacando la importancia de este reconocimiento para la comunidad. “La verdad que contentísimo porque es una fiesta muy importante, muy tradicional en nuestra comunidad y una fiesta muy popular”, expresó en declaraciones a medios locales.
Lejos de tratarse solo de un evento gastronómico, la Fiesta del Caburé se ha consolidado como un espacio de encuentro y celebración comunitaria, donde confluyen música en vivo, danzas folclóricas, ferias de artesanías, talleres culturales y, por supuesto, el infaltable caburé, un tradicional pan o torta a la parrilla cocido directamente en las brasas, muchas veces con rellenos dulces o salados, que forma parte del acervo gastronómico misionero.
La figura del carismático Ramón “Caburé” Fernández es inseparable de esta festividad. Conocido y querido tanto en Jardín América como en distintos puntos de la provincia, Fernández es considerado el gran referente del caburé, y ha sido durante años uno de los principales promotores de la tradición. “Es una persona muy querida, muy conocida, y siempre está acompañando los distintos eventos culturales”, subrayó el intendente Araujo.
El corazón de la comunidad
La fiesta no solo es un momento de reunión para las familias de Jardín América, sino también para toda la región del centro misionero. La cita anual, que convoca a visitantes de distintas localidades, se ha vuelto un hito del calendario cultural local. “Esta fecha ya es algo característico en el municipio. Siempre la espera toda la comunidad y toda la región también”, agregó el jefe comunal.
El evento se extiende a lo largo de tres días, en los que los espacios públicos se llenan de vida, color, música y sabores. En cada edición, vecinos, emprendedores y pequeños productores tienen la oportunidad de exhibir sus productos, generando un movimiento económico significativo en torno a la fiesta.
Además, Araujo destacó el valor que tiene contar con el reconocimiento formal por parte de la provincia: “Tener ya que la tengamos en el calendario tanto provincial como municipal nos permite trabajar para esta fecha y organizarnos con toda la comunidad para participar”.

Más allá de la gastronomía
La Fiesta del Caburé es también una muestra de diversidad cultural y creatividad colectiva. Si bien el protagonista indiscutido es el alimento homónimo, lo cierto es que la celebración va mucho más allá de la comida. Cada año, sobre el escenario desfilan artistas locales y provinciales, se presentan obras de teatro comunitario, se dictan talleres y se llevan adelante concursos que incentivan la participación de jóvenes y niños.
Este año, si bien la fiesta está prevista para junio, podría haber algunos ajustes en el calendario debido a cuestiones electorales. No obstante, desde el municipio ya están avanzando con los preparativos: “Estamos trabajando en la organización con tiempo para que todo salga bien. La fiesta moviliza a toda la comunidad, desde las escuelas hasta los clubes y asociaciones vecinales”, explicó Araujo.
Un motor para la economía local
Además de su riqueza cultural, la Fiesta del Caburé representa una valiosa oportunidad para el desarrollo económico de Jardín América. Araujo remarcó que el evento no solo beneficia a los feriantes y artesanos, sino que también tiene un impacto positivo en el comercio local, el sector gastronómico y el turismo.
“Estos eventos culturales también tienen mucho movimiento en los municipios. Nosotros, como municipio, siempre estamos acompañando este tipo de eventos”, expresó el intendente. El respaldo del Estado provincial, mediante su institucionalización como fiesta oficial, permitirá además acceder a fondos y recursos específicos, generando una plataforma más sólida para el crecimiento futuro de la celebración.
“Este reconocimiento le da otro prestigio a la fiesta”, concluyó Araujo, subrayando el nuevo horizonte que se abre para el evento a partir de su inclusión en el calendario de festividades provinciales.
Tradición que trasciende generaciones
Una de las claves del éxito y la perdurabilidad de la Fiesta del Caburé es su capacidad para trascender generaciones. A lo largo de los años, muchos de los actuales emprendedores aprendieron a hacer caburé de sus padres y abuelos, y hoy transmiten la tradición a sus propios hijos. Esta cadena intergeneracional refuerza no solo el vínculo con la identidad misionera, sino también la posibilidad de construir comunidad desde la cultura y la memoria colectiva.
Al tratarse de un alimento que se cocina de forma sencilla, sin necesidad de tecnología ni ingredientes complejos, el caburé encierra un componente de autenticidad y cercanía que lo vuelve aún más atractivo para los visitantes y turistas que buscan experiencias genuinas.
Un nuevo capítulo para Jardín América
Con esta declaración oficial, Jardín América da un paso importante hacia la consolidación de su perfil cultural y turístico. La Fiesta del Caburé ya no es solo un evento popular; ahora es un símbolo institucionalizado del acervo misionero, que cuenta con el respaldo de la Legislatura y que será parte permanente del calendario festivo de la provincia.
La noticia fue recibida con entusiasmo por la comunidad, que se prepara para organizar una edición aún más ambiciosa en el mes de junio. Mientras tanto, desde el municipio y las organizaciones sociales se multiplican los esfuerzos para asegurar que la fiesta siga siendo un espacio de inclusión, participación y celebración para todos los vecinos.
Jardín América, con su calidez y hospitalidad característica, se prepara así para ser cada junio la capital provincial del caburé, abriendo sus puertas a miles de personas que no solo llegan a degustar un delicioso pan a las brasas, sino a vivir una experiencia que combina historia, sabor, música y comunidad. Una fiesta que, a partir de ahora, es parte viva y oficial del patrimonio cultural de Misiones.